jueves, 28 de enero de 2016

Rosquillas de especias de San Sebastián.





Rosquillas de especias para San Sebastián.




Hola amig@s. 

Hoy vuelvo con otra receta de rosquillas de mi larga lista de pendientes.



Estas riquísimas rosquillas especiadas que se hacen en Enero donde se celebra San Antón, San Sebastián y San Ildefonso.  


ADEMÁS, SON APTAS PARA INTOLERANTES A LA LACTOSA, YA QUE ESTÁ LIBRE DE ELLA.



Son rosquillas dulces y energéticas, ideales para estas tardes frías de invierno.

Se suelen hacer fritas y pasadas por azúcar con canela. 



Esta vez las he adornado con rico chocolate y os lo aconsejo, pues les da un sabor diferente.





San Antón Abad se celebra el 17 de Enero, más conocido por ser el protector de los animales, patrón de los ganaderos, etc.

San Sebastián Mártir y San Fabián se celebra el 20 de Enero: patrón de los Soldados, plagas y atletas.





Poco tiene en común ambos santos, salvo una tradición que se sigue en muchos pueblos de nuestra geografía española: 
Granada, Jaén, Cáceres, Mallorca, Castellón, Barcelona, Menorca, Guadalajara, Ciudad Real, Alicante, Lérida, Teruel, Asturias, Tarragona, Madrid, Badajoz, Huelva, Pontevedra y por supuesto San Sebastián y algunos más, donde curiosamente se celebran sus festividades pese al frío intenso de estas fechas “incluso nieve”.



Tienen en común que se hacen procesiones y romerías. Estos Santos los adorna con roscos al sacarlos en procesión.





En muchos barrios de Madrid se sigue esta tradición medieval: Las Vueltas de San Antón


También es fiesta en los pueblos cercanos a donde yo vivo y donde os invito a conocerlas si pincháis en los nombres os saldrán sus fiestas para estos días: San Lorenzo del Escorial, Fresnedillas de la Oliva, Villaviciosa de Odón.





Se llevan roscas a bendecir en la misa, como las rosquillas de San Blas que ya os enseñé hace tiempo y que podéis ver AQUÍ. EN ESA ENTRADA ENCONTRARÉIS UNA LARGA LISTA DE RECETAS DE ROSQUILLAS PENDIENTES.





Algun@s ya sabéis que tengo a mi familia en Extremadura y que por ese motivo, muchas de las recetas de dulces que tengo y que os enseño son de allí. 

Siempre hablo con cariño de mi pueblo pero es el pueblo de mis padres y familiares.




Pero lo que sabéis pocos es que yo he nacido y me he criado en Pozuelo de Alarcón Madrid;





Siempre recuerdo de niña ir a la misa de San Sebastián ya que es festivo y no hay cole.



Después de la procesión nos íbamos a esperar que los hermanos de la cofradía repartieran las naranjas bendecidas y probar “las caridades” unos roscos de pan hecho con anís que llevaban colgados de los laureles que le ponían al santo para la procesión.


*Fotografías sacadas de internet del año 2014.






Repartir naranjas es algo que se hacía entre los feligreses que íbamos a la iglesia, a la procesión y después el reparto que se celebraba en la plaza de la iglesia.



Al principio, se iban dando las naranjas una a una; pasados los primeros minutos entre l@s niñ@s eso era ya una batalla campal, terminábamos tod@s l@s niñ@s tirándonos las naranjas a ver quién daba a quien, jejejje.




Aunque hace muchos años que no asisto a esta fiesta de mi pueblo natal, siempre me acuerdo de este día con cariño e intento mantenerme informada de lo que ocurra ese día y estoy orgullosa de que se recuperen las tradiciones casi perdidas.




Después de recoger las naranjas en la plaza, recuerdo ir a tomar un chocolate calentito y esas roscas de pan “las caridades” que nos sabían a gloria, ya que hacía tanto frío que eso nos reconfortaba el cuerpo y que en más de una ocasión nos servía ya de cena.




Podéis conocer más de esta fiesta visitando la hermandad de San Sebastián donde veréis que la tradición en Pozuelo se remonta a más de 500 años.








Hoy os enseño unas rosquillas de especias que solían hacerse “por lo menos yo las he comido muchas veces” en Enero.




La receta me la enseñó mi madre hace muchos años; la hice con ella varias veces y a ella se la dio una señora Sevillana que conocíamos de Pozuelo.

Ella las hacía todos los años para estas fiestas, pues según decía "eran clásicas allí en su pueblo por San Sebastián" y desde que nos las enseñó, en casa también las hacíamos en Enero.



Hoy las hago con esa receta “SALVO UNA MÍNIMA DIFERENCIA” que os comento en los ingredientes.



Las especias “aparte de un riquísimo sabor” calentaban el cuerpo, se encuentra entre sus beneficios medicinales y por este motivo iban muy bien para estos días tan fríos.





Ingredientes para 50 rosquillas pequeñas o 40 medianas (más o menos):


-3 huevos grandes

-80 gramos de azúcar (realmente llevan 125g pero como las iba a decorar con chocolate, les he puesto menos para que no se notaran muy dulces)

-100 ml de aceite (yo le puse de oliva suave, se puede poner de girasol)

-Ralladura de 1 naranja

-1 cucharadita de canela molida

-1 cucharadita de jengibre molido (Mi madre ponía dos clavos de olor machados que es como se hacen en Sevilla, pero para mi gusto quedaban muy fuertes con el chocolate, por esto yo lo cambio por jengibre, aunque os recomiendo probéis de las dos formas, veréis la diferencia).

-½ cucharadita de nuez moscada recién molida

-1 cucharada de anises machacados (yo se los dejo enteros, que me gusta encontrarlos)

-50 ml de licor de vino dulce tipo moscatel o mistela o Málaga virgen, el que tengáis por casa.

-1 pizca de sal

-2 cucharaditas de levadura en polvo “tipo royal”

-1 cucharadita de bicarbonato

-2 cucharadas de vinagre de vino blanco*

-Harina común la que admita (yo he usado un poco más de 600g)



*Esto de no poner cantidades exactas de harina no me gusta mucho porque para los que se inician es complicado, ya que no saben cómo debe quedar la masa o cuando parar de añadir harina. 
No obstante revisando las fotos se pueden orientar mejor. 

El uso de vinagre en los dulces es común en recetas antiguas, y aunque no se nota, hace que cuando se fríen cojan menos aceite. 





Adornos:

Yo, esta vez opté por cubrirlos con los tres chocolates ya que las hice para llevar a una reunión de amig@s y gustaron mucho.

Pero quedan perfectamente si los pasáis por azúcar y canela. 

Ambas opciones salen muy ricas.





*Usé una tableta de cada chocolate: negro, con leche y blanco, pero siempre de cobertura y les añadí una cucharada de mantequilla y otra de nata para aligerarlos un poco y darles brillo.

Si las hacéis para intolerantes a la lactosa, podeis usar chocolate sin lactosa y calentarlo al baño maría con dos cucharadas de aceite de girasol, que le aporta ligereza y brillo.


Luego adorné con diferentes fideos de colores, corazones y bolitas.





Preparación:

En un bol grande batimos los huevos con el azúcar, yo lo hago con batidor.



Añadir el aceite, el vinagre, la ralladura de naranja y el vino y batimos bien; 



Mezclamos aparte la harina, la sal, la levadura, el bicarbonato y las especias.



En este punto añadiremos la harina poco a poco y la iremos integrando con la mano hasta que quede una pasta un poco pegajosa con la que se pueda hacer una tira que, aunque quede un poco blanda, se pueda hacer un rollito. 




Si ponemos demasiada harina corremos el riesgo de que luego queden duros, y si ponemos poca no podremos hacer los rollitos porque se harán planos antes de llevarlos a freír. 


Para mí, el punto exacto es cuando están un poco pegajosos ya que la masa tiene que reposar.



La volteamos un par de veces para asegurarnos de que está toda la harina bien mezclada y la dejamos sobre la encimera cubierta con un paño limpio durante por lo menos 30 minutos y en ese reposo se asienta mejor la masa y luego queden mas esponjosas.



Ahora os cuento como lo suelo hacer yo: 
me lavo las manos y me las unto con un poco de aceite que tengo en un plato, para poder hacer las bolas sin que se me quede pegado a las manos.



Como veis, salen muchas y son más o menos del tamaño de una pelota de pin pon, pero luego crecen.


Calentamos abundante aceite en una sartén o cazuela con una piel de naranja, cuando empieza a freírse la naranja, la retiramos y bajamos el fuego a media potencia (mi vitro llega al 9, yo caliento el aceite en el 7 y cuando retiro la cáscara de naranja la bajo al 5, así nos garantizamos de que se frían bien por dentro.


Mientras se calienta el aceite, cojo cada bola y le meto el dedo en el centro, haciendo así las rosquillas, PERO SIN MANOSEAR MUCHO LA MASA, SÓLO METER EL DEDO Y ESTIRAR UN POCO. 



Vamos echando unas pocas (no muchas juntas pues se enfriaría el aceite y como crecen al freír no nos cabrían) 



Yo suelo hacerlas así aunque se tarde un poco más.

Cuando veamos que están doradas les damos la vuelta y que se doren por la otra cara.


Las escurrimos bien sobre papel hasta que las tengamos todas fritas.


Si las vais a pasar por azúcar con canela, ahora es el momento.



Si las queréis hacer con chocolate, colocamos unas rejillas en lugar fresco donde dejaremos secar el chocolate de nuestras rosquillas.
Poner servilletas debajo para que no se manche nada.


Preparamos cada chocolate por separado en diferentes cuencos junto a una cucharada de mantequilla y otra de nata.


Calentar en periodos cortos en el microondas con cuidado de que no se quemen o hacerlo al baño maría.


Pasamos cada rosquilla por el chocolate como veis en las fotos y cuando tengamos unas pocas, las colocamos encima de la rejilla y adornamos con los fideos de azúcar antes de que endurezca el chocolate.




Dejar secar al menos 1 hora antes de embolsar.





Tener cuidado con los ladrones, jejejejeje.



Aguantan perfectamente en lugar fresco y seco hasta una semana, yo suelo meterlas en bolsas bien cerradas.

Así empaquetadas las llevé a la reunión, Tod@s probaron y repitieron, señal de que les gustaron mucho.

Aquí las veis en la mesa junto a los otros postres que llevaron mis paisan@s, que estaban riquísimos.





Bueno amig@s, gracias por venir y por hacerlas, que sé que no vais a resistir la tentación, jejejje. 


Aquí os enseño otras clásicas que las he repetido después de publicar la receta: Espero que os gusten.






EDITO:
Aqui tenemos las que ha hecho MariJose del blog: una mariposa en mi cocina. 
Guauuu que ricas y todas de chocolate negro, el que más me gusta.

Ir a verlas y conocer su blog, yo me quedé de seguidora desde el primer momento que paseé por su cocina y además es una persona encantadora y cariñosa. 

GRACIAS AMIGA POR HACERLAS Y POR TUS PALABRAS. MUAKKKKKKKK.