martes, 30 de abril de 2013

Frosting de queso y crema de mantequilla con fresas naturales.



Frosting de queso y
Butercrem con fresas naturales.

Dos recetas de fondo de armario, ideal para adorar o rellenar pasteles y tartas o cup cakes.

Hoy no os traigo una receta mismamente dicha;

Me gustaría enseñaros un ingrediente que uso de vez en cuando para rellenar galletas, pastelitos, tartaletas, incluso de relleno de tartas, y que según veo por algunos blogs, lo usan incluso para adornar los modernos cupcakes.

También hay que aprovechar la mejor temporada de esta fruta,
las fresas, e incluirlas en adornos, rellenos, mermeladas, etc.

 Ya que es cuando más barata la encontraremos en el mercado (las mías este año van un poco mas retrasadas, todavía están en flor, con lo cual, estaremos más tiempo disfrutando de esta deliciosa fruta que me encanta).

Este relleno es ideal para postres que se mantendrán en frío hasta el último momento.
Las cremas al ser de queso o de mantequilla (con el calor pierden textura ablandándose, aunque tendría que hacer mucho calor para que se deformaran nuestros adornos) 
pero de un sabor delicioso que le aportara un rico relleno a nuestros postres.

Para el Frosting de queso y fresas
Ingredientes:
- 250 g de queso tipo philadelfia
- 150/200 g de azúcar glas

- 250 g de fresas frescas muy limpias y secas 
Probar y sí notáis ácido hay que añadir más azúcar.

Como hacer:
Empezaremos por partir en trozos pequeños las fresas bien lavadas y y secas, ponemos en un cuenco.

Le añadimos un poco de azúcar glas (50 g) y las dejamos macerar 2 horas para que suelten todo su jugo natural.


Remover. Aplastamos las fresas con un tenedor (no hay que  triturarlas, sólo aplastar) y las ponemos a escurrir encima de un cuenco en un colador fino.

* Si queréis, ayudaros con un tenedor, sacando todo el jugo que podamos de las fresas, éste jugo reservaremos para la siguiente elaboración o incluso se puede congelar.

Esa pulpa de fresas obtenida, es con lo que vamos a dar sabor y color a nuestro Frosting de queso. Más natural imposible.


Si tenéis un robot picador, echamos dentro la pulpa de fresas y el queso por partes para triturarlo junto. Usaremos la mitad del queso.


Si no lo tenéis, sirve el vaso del batidor, con el brazo de triturar normal.

Para que el queso no se apelmace mucho, lo suelo poner bien frío y añadirlo por partes, 
a cucharadas, para que se integren bien las fresas.

Ponemos el resultado del batido en un cuenco hondo y le añadimos el resto de azúcar glas que teníamos reservado.



Mezclamos bien con una cuchara o con las varillas.

Una vez bien montado,
 podemos guardar en el frigorífico para que se endurezca durante 3 horas antes de rellenar o adornar el pastel elegido.


* Hay un truco que os sirve en ésta ocasión: podéis hacerlo a mano, sin batidora, aunque notareis en la textura los trozos de fresas, pero si es para rellenar una tarta, a mí personalmente me gusta así.

- Si mezcláis el queso en la misma tarrina donde viene con una parte de azúcar glas, éste se aligera, se vuelve mas blando y se une mejor al resto, al no ser ya tan duro (pero siempre el queso frío, pues cuanto mas tiempo lo tengáis fuera del frigorífico, más horas tardará luego de endurecer para usarlo)
Dura bien tapado en el frigorífico 10 días.


Ahora aprovecharemos el rico sirope de fresas naturales que hemos obtenido.


No es que yo sea muy amante de los cupcakes, mas bien soy clásica de magdalenas, 
me gustan solas o para mojar en el café, pero como hoy en día están tan de moda, os dejo mi formula de hacer una crema de mantequilla un poco más natural que sí se usan aromas y colorantes artificiales.


 Si os apetece adornar con ello vuestros pasteles.


Ya os enseñe mis galletas rellenas de crema de mantequilla, os puse la forma de hacer crema, pero aprovechando que hoy tengo sirope recién sacado, os la pongo de nuevo para que la hagáis sí os apetece.


Para la butercrem de fresas:
- 50 g del sirope de fresas que ha salido de la receta anterior.

- 200 g de mantequilla sin sal

- 300/350 g de azúcar glas

Primero deciros que después de hacerla varias veces, he descubierto que para que una crema de mantequilla salga perfecta y bien lisa, lo mejor es usar la mantequilla del tiempo.

Se consigue dejándola fuera de la nevera 2 horas antes de hacerla (no derretida, tiene que estar en pomada);

El azúcar glas tiene que ser del comprado, el casero no es tan fino por mucho que lo trituréis y coléis y al final siempre se termina notando el granillo del azúcar, muy poco pero se nota (incluso aunque lo hagáis en la Thermomix).
Así que si es imposible encontrar azúcar glas, tendréis que hacer otra forma diferente, con un almíbar a punto de bola, mucho más difícil de conseguir el Punto exacto de la crema de mantequilla.


Mezclaremos bien la mantequilla con el azúcar hasta formar una crema lisa, sin grumos.

Podemos integrarlo por partes, a mano, con una cuchara de palo, pero como mejor queda es haciéndolo con una buena batidora de varillas, a velocidad lenta.

Entonces para darle ése rico sabor de la crema de fresas, en vez de aromatizar la butercrem con alguna esencia artificial y añadir colorante, usaremos el sirope de nuestras fresas, obteniendo un rico complemento con el que adornar nuestros postres.

Proceder a unir el sirope junto a la crema de mantequilla, poco a poco y a cucharadas. 
Cuando esté bien unido, guardar en un recipiente bien cerrado en el frigorífico, durante 1 hora antes de adornar el postre elegido.
Os recuerdo que se puede montar un poco como si fuera nata, así queda un poco más ligero y más fácil para adornar con manga pastelera.

Tendréis un delicioso y natural butercrem con sabor a fresa y un color “rosita” muy mono y sin colorantes añadidos

en esta ocasión, como ha salido 60 g de sirope, se lo he echado todo añadiendo un poco más de mantequilla del que os pongo en la receta.


Receta que os sirve igualmente para adornar o rellenar vuestros cupcakes, galletas o pasteles, tartas, brazos de gitano, etc.


Se puede guardar en el frigorífico hasta 10 días.
Espero que os sirva. 
Gracias, un abrazo.

miércoles, 24 de abril de 2013

Caramelos de miel y limón y “Mi felicidad”.


Caramelos de miel y limón y “Mi felicidad”.

* Mi “felicidad” que añado a esta entrada algun@s amig@s de Facebook ya la sabéis:

Mi hija Rocío, estudia en un instituto de Artes Escénicas de la comunidad de Madrid, mas concretamente en el IES Carlos Bousoño de Majadahonda.


La obra de teatro donde ella actúa “La Paz” de Aristófanes, fue seleccionada entre 100 diferentes de todo Madrid, para concursar junto a otras 11 obras en el “V certamen de teatro de secundaria en la Universidad Carlos III de Madrid” algunos sabréis de esto, porque ha salido en el telediario de TVE1 la pasada semana, para fomentar el arte e interpretación desde los institutos.


Aquí podéis ver las diferentes obras presentadas a dicho certamen:

Pues bien, aquí tenéis mi alegría: La obra de “La Paz” ha ganado el 1º premio en dicho certamen. Si, si, ha ganado.

Ésta es la presentación de youtube de la obra:

Mañana día 25 de abril, a las 18h, será la entrega de premios y de nuevo un pase de su obra en el aula de teatro (aula de las artes) de dicha universidad en Leganés.


Por eso comparto con tod@s vosotr@s mi felicidad, un pequeño sueño conseguido, aunque aun le queda muchísimo camino, esto les ayudará a tod@s ell@s y les dará mucho ánimo a seguir para adelante, luchando por y para ser artistas.

QUE TE QUIERO HIJA, que me alegro muchísimo de tú primer e importante éxito haciendo lo que siempre has querido, que tú vales mucho. Muakkkkkkkkkkkkkkk.
Aquí mi artista:

Aquí interpretando en dicha obra:


Bueno, pues esta es mi receta de hoy, sanos y ricos caramelos ideales para cuidar la garganta, algo tan necesario para los actores y actrices de teatro, que tan bien tienen que hablar y vocalizar, encima de un escenario.


Cuando os enseñé mi formula de hacer azúcar aromatizado casero, visteis unos  caramelos que hice para enseñaros distintos usos de este tipo de azúcar.
Ya ha llegado la hora de enseñaros como hago ricos y sanos caramelos caseros ideales para cuidar nuestra garganta, ahora que parece que este tiempo loco nos esta afectando a tod@s, hoy calor, mañana fresco, etc.
Especialmente se nos irrita la garganta haciendo que tengamos una sensación de sequedad y garraspera, incluso disfonía típica de este tiempo.

No es que sean de los caramelos que mas me gusten, la miel no me gusta nada, pero como es solo temporalmente y como uso medicinal, pues a aguantarse se ha dicho, todo sea por el alivio de síntomas estacionales con remedios caseros.

Ingredientes (salen más de 15 caramelos):
- 4 cucharadas grandes colmadas de azúcar de limón http://lasdeliciasdepilar.blogspot.com.es/2013/03/azucar-de-limon.html
- 2 cucharaditas de miel de romero o de eucalipto, pues es la mas recomendada (como yo no tenía, puse ésta).
- El zumo de un limón colado.
- medio vasito de agua (como 130ml)
Opcional - palitos pequeños de brochetas para hacer piruletas.

Como hacer:
Tamizamos el azúcar de limón en una cazuela para que a la vez de que quede más suelto, si se ha formado algún pegote duro no caiga en nuestra elaboración.

Añadimos el agua, el zumo y la miel.

Sin remover, ponemos al fuego, a temperatura alta, hasta que se disuelva todo totalmente.

Cuando moviendo la cazuela notemos que ya no queda azúcar sin disolver, entonces podemos ir removiendo solo de vez en cuando para que no se pegue al fondo, bajamos la potencia de fuego y mantenemos hasta llegar al punto de caramelo.


Yo suelo remover con cuidado, pues ya sabéis todos que el caramelo coge muchísima temperatura (y quema muchísimo si te salpica) voy removiendo con la parte trasera de una cuchara de palo pero muy despacio.


Cuando tenga la consistencia de caramelo (podéis ver como lo hago yo aquí:

Ir comprobando cada 30 segundos, con cuidado de que no se os ponga demasiado oscuro, entonces lo dejaremos templar durante 5 minutos retirado del calor, antes de formar con él nuestros caramelos.



Esta vez los he hecho unos con formas de piruletas y otros en forma de perlas, pero los hacéis a vuestro gusto, simplemente extendiéndolos sobre el papel y luego rompiéndolos una vez endurecido, como queráis.

Lo ideal es echarlo encima de una bandeja plana y cubierta de papel de horno y dejarlos endurecer a temperatura ambiente toda la noche y listos para degustar unos sanos caramelos caseros.


Se les puede poner alguna infusión en vez del agua y añadiréis más beneficios a vuestros caramelos caseros.


Algun@s amig@s me han preguntado que si este tipo de caramelo es muy duro:

Pues no, son mas bien un poco blandos, la textura en boca me recuerda a los clásicos “sugus o palotes” una vez se van deshaciendo, si los masticas, se te quedaran pegados en las muelas, jejejeje.

Por eso es mejor conservarlos separados para que no se queden pegados unos a otros (de ahí la idea de hacerlos con forma de piruletas) es posible que sea por la miel, ya que eso ayuda a que no cristalice del todo el azúcar, pero son muy agradables cuando se deshacen chupándolos con el calor de la boca, esto es bueno ya que lo ideal para sentir todo su sabor y que realmente nos ayuden con nuestras gargantas, es irles chupando poco a poco para aliviar la sequedad.

También los podéis teñir con colorante alimenticio una vez retirado del calor y cuando se esta reposando, pero muchísimo cuidado al remover, pues se pondrá a hervir ya que aun tiene mucha temperatura, removéis bien pero despacio, para que se mezcle todo el color y listo.

Espero que os gusten y que os animéis a hacerlos, con mucha precaución de que no estén los niños cerca, ya sabéis las quemaduras de caramelo lo malísimas que son.

Un abrazo y gracias por estar aquí, compartiendo mi alegría.

jueves, 18 de abril de 2013

Queso de cabra "para Esmeralda"


Queso de cabra “para Esmeralda”


Esta vez no os traigo una receta de dulce, os traigo un rico queso de cabra casero.


Tod@s conocéis a la maravillosa Esmeralda, una chica Mexicana cariñosa, atenta y muy simpática que entró en nuestras vidas a través de su blog “Recelandia” y que se quedó para siempre como uno mas de nuestras familias.

Además de ser una persona como pocas en este mundo de Internet, siempre atenta a cada blog que sigue, preocupándose si te pasa algo como si fueses de su familia, es una excelente repostera, haciendo unos postres que dan ganas de lamer la pantalla del ordenador cada vez que entras en su blog.



Se le ha ocurrido hacer un sorteo “que no un concurso” de recetas, pero no por nada en especial, porque le da la gana, jejeje así es nuestra Esmeralda, en el cual puedes participar con la receta que quieras.




Con muchísimo cariño ha comprado unos estupendos regalos que sorteará entre tod@s l@s que quieran participar con una receta, la cual no se puntuará, solo se le pondrá un numero que se meterá en el sorteo.




Ha puesto dos opciones con diversos ingredientes, para que elijamos el que mas nos guste o apetezca, salados o dulces.



Yo entre ellos he elegido el queso.
¡pero le voy a dar una sorpresa!

En vez de hacer una receta que contenga queso, le voy a hacer un queso entero para ella sola, que bien se lo merece.

Si queréis ver el blog de Esmeralda y participar http://recelandia.blogspot.mx/2013/04/sorteo-recelandia.html

HACER QUESO EN CASA ES MÁS SENCILLO DE LO QUE PENSÁIS, SÓLO NECESITAREIS UNA BUENA MATERIA PRIMA, UN PAR DE ARTILUGIOS PARA SU ELABORACIÓN Y SECADO Y PACIENCIA, MUCHA PACIENCIA.


Ingredientes para un queso semicurado de 300/400g aproximadamente:


- 5 litros de leche cruda de cabra recién ordeñada*.


- 5 ml de cuajo natural que venden en farmacias (se puede sustituir por cuajo en polvo, siguiendo las instrucciones del fabricante)

- dos cucharaditas de sal de mesa.
- ya sabéis, paños de gasa limpios y bien esterilizados, cazuela grande, un escurridor, etc... 

LOS UTENSILIOS SON LOS MISMOS QUE USAMOS ANTERIORMENTE, Igual que el queso casero que hice  pero esta vez con cuajo  http://lasdeliciasdepilar.blogspot.com.es/2013/01/queso-casero-facil.html

Como hacer:
Una vez bien colada la leche para eliminar posibles ramitas o pelitos que hayan caído al ordeñar, se pone la leche a hervir en una cazuela grande, a fuego suave, removiendo de vez en cuando para mezclar bien las grasas naturales de la leche. 

*si no encontráis leche recien ordeñada podeis usar la leche fresca que venden en supermercados. 

Cuando ha subido el hervor, lo mantenemos por lo menos 5 minutos al mínimo con cuidado de que no se os salga, retiramos del calor y seguimos removiendo un minuto (remover, no batir). 

Volvemos a poner al fuego hasta que suba de nuevo el hervor.

Retiramos del calor, removemos 1 minuto y dejamos descansar hasta que se temple.
Esta cantidad y la temperatura de mi cocina ha tardado 1 hora en alcanzar la temperatura precisa, cuando esté la leche a 37º.


Si no tenéis un termómetro de cocina, meter el dedo y si sois capaces de contar hasta 10 sin quemaros, notando el calor pero que no queme, esa es la temperatura ideal.

Este cuajo que yo uso, es de una concentración de 1=10000, que significa que con un litro de cuajo, se cuajan 10000 litros de leche.

Entonces, hay que añadir 5ml para cuajar 5 litros de leche.

En otros sitios escuchareis que se usan 16 gotas para cada litro (pero las gotas no son precisas, algunas son mas grandes que otras) pudiendo poner mas o menos cantidad, es por eso que yo lo mido con una jeringa graduada, muy barata en la farmacia.



Una vez medida la cantidad necesaria de cuajo para los litros de leche que vamos a usar, pondremos el cuajo en un vaso con un poco de agua y removemos bien.
Cuando lo tengamos bien disuelto lo añadimos a la leche que estará a 36º, no mas, y removemos con la cuchara para repartir bien el cuajo hasta por abajo del recipiente.


Dejamos reposar tranquilo, sin moverlo y a ser posible tapado con un paño limpio, hasta que notemos la cazuela casi fría (tardará unas 2 horas).



En ese momento nos disponemos a cortar el cuajo con un cuchillo largo o una lira (aunque a mi personalmente me encanta meter la mano y sentir la cuajada templada en ella, rompiéndola con cuidado, es una sensación increíble). No hay que romperla demasiado, solo en trocitos pequeños.

Dejamos 20minutos reposar para que se separen bien los cuajarones de queso del suero, vereis que se van de nuevo al fondo y entonces empezaremos poco a poco a ir quitando el suero con un cacillo "solo el suero" presionando con cuidado los cuajarones, hasta que veamos que ya nos cuesta llenar el cacillo de suero.

* Siento mucho no poder enseñaros las fotos de este proceso, la verdad: se me olvidó poner a cargar las pilas de recambio de la cámara y menudo fastidio, pero ya no tiene remedio.



Entonces con mucho cuidado, vamos cogiendo con la mano el cuajado y poniéndolo encima del escurridor que tenemos preparado con la gasa limpia, hasta que tengamos todo el cuajado dentro, dejándolo escurrir solo "sin apretar" durante 1 hora.




Debe estar colgado para evitar que quede líquido encharcado en un interior ya que esto estropearía el queso. 


Por eso mismo, lo podéis colgar igual que el otro queso, con la gasa y en una percha, aunque este simplemente lo dejé con la gasa y el escurridor.

Es recomendable poner una olla o bol debajo del queso (sin estar en contacto) para que vaya recogiendo el líquido que el queso desprende, ese suero que podéis conservar para hacer otras elaboraciones diferentes, como unos ricos bizcochos o magdalenas.


El cuajado debe estar colgado durante al menos 3 horas. 

En el transcurso de estas tres horas se debe presionar cuidadosamente de vez en cuando para ayudarlo a que pierda todo su líquido


Pasado este tiempo el queso estará listo para proceder al salado y secado.


Cuando deja de escurrir suero, desmenuzamos con las manos el resultado y salamos levemente, no más de 2 cucharaditas pequeñas rasas de sal común.


Volvemos a meter en el escurridor 1 hora para asegurarnos de que se escurra lo mas posible.

Si se desea, se puede poner en un molde, pero yo simplemente lo he metido en un aro dejándolo encima de una esterilla para que pueda escurrir el suero restante.


Metemos nuestro quesito en el molde, presionando suavemente pero que quede bien apretado, poniendo encima algo de peso (bien podéis usar un litro de leche que pesa 1 kilo aproximadamente) y lo mantendremos durante 4 o 5 horas así, con el litro de leche encima.




Poner en una habitación fresca y a ser posible oscura.

Cada dos días le damos la vuelta para que chorree si le queda algo de suero (como veis, yo le suelo dejar debajo un plato para recogerlo si fuera necesario).

A la semana, ya podemos ponerlo encima de una madera y con peso encima, mi consejo, no más de 1k para cada queso de 400g.

Cada 4 días conviene darle la vuelta y comprobar el estado del queso, si notáis un cambio brusco que suba la temperatura, podéis madurarlo en el frigorífico.


Ahora viene una recomendación muy importante: al ser de leche cruda "no pasteurizada" este queso no se puede comer antes de 40 días.


Tendréis que conservarlo en una habitación fresca pero sin exceso de humedad hasta que madure, pues tenéis que madurarlo para evitar la Brucelosis http://es.wikipedia.org/wiki/Brucelosis.
Este ya esta madurando, dos semanas, se le ve cambio de color y textura como un queso fresco:

Aquí le faltan solo 10 días, empieza a oscurecer y secar:

¿Sabéis lo que yo hago para que no sea lioso y no se me olvide ningun paso? Pues algo muy sencillo. 

Apunto en un calendario que tengo en la cocina el día de cada proceso del queso.
Cada vez que le voy a tener que dar la vuelta apunto el día en el calendario y lo mejor: cuando hace los 40 días para poder comerlo. 


Así sé que cada 4 días le conviene que le demos la vuelta, revisando que no le salga ningún moho, que seque de fuera hacia el centro, que no se agriete pues por ahí podría entrar bacterias y si fuese necesario, podéis untarlo con un poco de aceite y pimentón, aunque a mi personalmente me gusta así "al natural" es un queso poco blando, un poco picante, pero muy muy rico.


Ya está, pequeño pero intenso, como mi querida amiga Esmeralda.



Que os aproveche.

Besitossssssss